El hombre estaba sin trabajo hacia bastante tiempo eventual,
muy eventualmente conseguía algún ingreso con cachuelos miserables que salían
por ahí. La mujer empezaba a incomodarse. Los hijos pequeños lloraban por hambre.
Generalmente en estos casos la ratas abandonan el barco cuando la situación se
pone fea, pero esta vez la mujer no se marcho. Todos comieron a partir de ahí,
llorando los primeros días, dolidos culpables. Después se habituaron a las salidas
nocturnas de la mujer y a las habladurías de la gente…
Como dicen los ideólogos del gobierno: el peruano
sabe sobrevivir , no se muere de hambre , porque en medio de la mísera se
vuelve creativo.
Kahlión.
Que no haya una sola persona sobre la tierra que se
acueste con el estomago vacio. Que el hambre sea el crimen más horripilante de
la historia de todos los tiempos, y que los culpables sean detenidos, juzgados
y sentenciados a ser engordados hasta morir de saciedad. Luego sus cuerpos y su
sangre servirán de alimento a los hambrientos del mundo, reunidos en una
hermosa solidaria cena de confraternidad.
Kahliíón.
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